Cada año que paso con mi amigo perruno es un año increíble
Todo dueño de un perro te dará testimonio de los numerosos beneficios que nuestros amistosos amigos nos brindan: lealtad, compañerismo, confianza en sí mismo, alguien con quien ejercitarse, y por supuesto, tener el mejor amigo del mundo.
Cada vez que alguna mamá piensa si será positivo o no tener una mascota en casa, necesariamente piensa primero en cualquier complicación económica que traerá el integrar a un nuevo miembro a la familia. Pero con toda certeza lo digo: “cada centavo que se gasta se olvida al momento que este amigo nos recibe emocionados o nos apoya en algún momento de soledad”.
Tener un perro no solo es una fortuna para su dueño, ya que los estudios han demostrado que cuando un hijo único recibe un perro tiende a sentirse menos solo y ve a su mascota como a un hermano. Aprende a compartir el tiempo de sus padres y de su propio espacio, a respetar a otros seres vivos y a ser amables tal como lo haría con un hermano.
Muchas veces confundimos que sería igual que tener un juguete, lo cual no debe ser puesto que nuestro perro es un ser vivo que no solo necesitará cuidados sino que además nos entregará convivencia sana y divertida. Los perros enseñan a los niños todo sobre responsabilidad y lo difícil (y necesario) que es cuidar a otro ser vivo. Pero dichas dificultades se convierten en algo positivo si consideramos que se esta consolidando la responsabilidad en el dueño del perrito.
Los niños que viven con perros tienden a enfermarse menos a lo largo de sus vidas. Un estudio muestra que los bebés que son llevados a un hogar que ya tiene perro son menos susceptibles a infecciones respiratorias o resfriados.
Los hay de todos los tamaños por lo que se ajustan a tus espacios. Recordando además que incluso existen asociaciones que ofrecen en adopción a perritos sin hogar que necesitan a alguien que les brinde cuidado a cambio de todo el cariño que ellos entregaran.
Cada año que paso con mi perro me doy cuenta lo afortunado que he sido por tener con quien compartir juegos y alegrías. Un niño aprenderá a amar incondicionalmente cuando tengan a un perro. Y aprenderán esta lección más rápido que un niño que nunca haya tenido una mascota que cuidar o en la cual confiar.
Cuando los niños son capaces de reconocer este poderoso concepto, pueden aplicarlo de manera efectiva en otras personas y niños con quienes interactúan a diario, e incluso más adelante en la vida.
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