Cada inicio de año durante la cena me hago la propuesta que quizá es la más repetitiva en mis cierres de año: “Desde mañana y todo el año voy a hacer ejercicio”. Sin embargo nada más lejos de la realidad cuando es precisamente el primero de enero cuando me doy cuenta que ni siquiera he tenido la disciplina para levantarme temprano y es ahí cuando empiezo con mis clásicas frases: “es inicio de año… comienzo mañana”, “debo poner al día mis cuentas” , “mira cuanto trabajo hay en casa” y cosas por el estilo que no son más que frases que busco para no hacer lo prometido el día de inicio de año.
Quién más obligado a cuidar de mí que yo mismo ?
Pero esta vez he tomado una forma más light de ver las cosas y he comenzado con salir a caminar, cosa que a mi perrita le encanto, porque mi mascota ha disfrutado como nunca una breve caminata que nos alejó del mundo sedentario por unos minutos.
No presumiré que he caminado miles de kilómetros pero si lo suficiente para que mi mascota regresara con la lengua de fuera y feliz de haber paseado.
Paso a paso me he dado cuenta de dos cosas, la primera es que si das ese inicio es más que suficiente para que tu rutina cambie y segundo, que si te pones metas increíbles quizá tu ritmo actual de vida no lo permitan de inmediato. Es por ello que he iniciado un simple recorrido para que mis viejas rodillas sepan que las cuidaré y que caminando busco una mejor salud.
No pretendo salir campeón olímpico con una simple caminata que he hecho recién, pero si he aumentado la cantidad de pasos así como he notado que mi ritmo respiratorio ya no me resulta agotador. Cada vez que he salido me doy cuenta que mi mente se libra de varias cosas porque me he enfocado en pensar en mí. Y aunque sólo han sido unos minutos después de varios recorridos he sumado muchas cosas productivas en cuerpo y mente.
De esos pensamientos ha resultado el darme cuenta que si poco a poco he llenado mi abdomen de grasa; sólo haré lo mismo a la inversa para ver resultados. Y de hecho he dado ya mi segundo gran avance que ha sido tomar agua. Quizá porque aún no entro de lleno al trabajo pero he tomado más agua estos días que en todo el año pasado. Todo esto empezó porque me agobiaba el que no me alcanzaba el dinero para inscribirme en un gimnasio, vaya un pretexto más. Ahora bajándote del transporte un par de paradas antes o haciendo a pie trayectos que normalmente hacía en coche he sumado algunos metros más a mis caminatas. Vaya después de todo quién más obligado a cuidar de mí que yo mismo.
Ventajas de las caminatas:
1. Produce efectos favorables sobre el colesterol.
El caminar de forma regular puede ayudar a reducir el colesterol LDL, al ayudarte a bajar peso y reducir tu estrés
2. Ayuda a perder peso.
Caminando 40-45 minutos de una sóla vez, empezaremos a quemar a partir de los 20-25 minutos después de haber iniciado la caminata la grasa depositada.
3.Caminar evita la obesidad y los depósitos de celulitis.
Una caminata fuerte y corta varias veces al día logra tener el mismo efecto que una sesión de gimnasia aeróbica.
4. Ayuda a tomar menos medicamentos.
Con sólo caminar media hora, las personas con depresión logran mejorar su humor.
5. Mejora la circulación.
Realizar ejercicios donde trabajemos nuestras extremidades inferiores hará que la circulación de nuestro cuerpo mejore. Menos varices !
Tonifica piernas.
6. Un buen paseo puede ayudar a fortalecer y dar forma a las piernas, dándole definición a las pantorrillas, cuádriceps e isquiotibiales y el levantameinto de los glúteos.
7. Caminar es bueno para sus huesos.
Al caminar diariamente, estamos estimulando y fortaleciendo los huesos, aumentando la densidad ósea.
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